Una de las habilidades que las empresas buscan desarrollar en sus empleados es el liderazgo, y muchos expertos en el tema coinciden en que el liderazgo es un factor clave para el éxito de una empresa. Un buen líder no solo es importante para alcanzar los objetivos de la compañía, también fomenta un entorno de trabajo saludable en el que los integrantes del equipo se sienten involucrados y comprometidos, perciben valoración, apreciación y utilidad en sus actividades, además de que se cultiva un ambiente de libertad de expresión de ideas y opiniones.
¿Qué significa ser lider?
Cuando hablamos de líderes, no nos referimos exclusivamente a aquellas personas que ocupan cargos gerenciales o aquellos cuyo puesto otorga cierto rango de autoridad, todos los integrantes de un equipo de trabajo tienen la capacidad de impactar y motivar al resto.
Ahora bien, ser un buen líder significa desarrollar un conjunto de habilidades que siempre se conducirán bajo principios éticos y actitud de servicio. Quiero resaltar el término “desarrollar” y es que, tal y como lo sostienen algunos autores, un buen líder se forma a partir del aprendizaje y la experiencia, más que de características innatas.
Partiendo de esta premisa, los siguientes son algunos aspectos que te recomendamos poner en práctica para ejercer un liderazgo efectivo en tu lugar de trabajo:
Desarrolla tus habilidades.
Un buen líder es reconocido por sus habilidades técnicas, intrapersonales e interpersonales. Las primeras se refieren a aquellas que lo hacen experto en su área de trabajo y se adquieren gracias a la constante capacitación e interés por el aprendizaje continuo. Las intrapersonales son las habilidades que permiten tener un dominio de los aspectos referentes a uno mismo, por ejemplo, la inteligencia emocional, gestión del tiempo y disciplina. Mientras que las interpersonales brindan las herramientas necesarias para construir relaciones laborales sólidas y eficaces, como la empatía, escucha activa y humildad.
Estimula el crecimiento y aprendizaje de tu equipo.
Esto significa estar abierto a nuevas perspectivas, buscar que se den las condiciones para que cada miembro del equipo tenga oportunidad de hacer sus aportaciones y poner en práctica sus ideas, esto además de demostrar que confías en las capacidades de tu equipo, les permitirá ganar experiencia y favorecerá la creatividad e innovación.
Fomenta la motivación.
Acciones como reconocer los logros, alegrarte genuinamente por el éxito de tus compañeros, compartir asertivamente retroalimentación constructiva de las ideas y contagiar una actitud positiva frente a los retos que se presenten, ayudarán a crear un ambiente de motivación y entusiasmo en el que todos se sientan tomados en cuenta y partícipes de los resultados.
No perdamos de vista que las organizaciones están compuestas por seres humanos, esto implica que existe un conjunto de factores y variables psicosociales que es importante tomar en cuenta. Aspectos como los valores, ideas, motivaciones y habilidades de cada persona que podemos dirigir a nuestro favor si sabemos dirigirlas.
Si deseas comenzar a poner en práctica tu liderazgo, un buen punto de partida es el reconocimiento de las propias fortalezas, debilidades y estilo de liderazgo. Una vez hecho este análisis, toma ventaja de aquellas cosas que se te dan bien y a partir de ellas, encamina tus acciones a la búsqueda del bien colectivo del equipo y recuerda que tu ejemplo servirá como inspiración para guiar a otros. El éxito de un buen líder no solo se refleja en su crecimiento profesional, sino que permea a todas las demás áreas de su vida.
Escrito por: Luis Ángel Pérez